Peor que el anterior, cambiamos de estación y con ella, se quedan todos los momentos que vivimos.
Nos vamos con nuestras maletas, repletas de lo esencial para soportar el frío.
Te pierdes, con las hojas secas, que tú traiste.
Te vas, tan sigilosamente, que no me da tiempo a pedirte, que haya donde vayas, guardes mis secretos, mis recuerdos, con los besos, con las lágrimas, con todo.
Guárdalos, que sé que me estas escuchando por muy lejos que estes, porque yo se que nunca te olvidas de los momentos que das, conozco tu secreto.
Otoño espero sentirme orgullosa de tí.
Otoño, espero que le brindes a todos a los que visites lo que a mi me diste, si quiera un apice de sonrisas.
Otoño, una última cosa.
¿Tu crees que cuando vuelvas, sabrás reconocerme?
Adiós recuerdo.
