Buscar este blog

jueves, 28 de octubre de 2010

Te dejas caer, en tus brazos, cual muñeco.
Y en un parpadeo sientes que te fallan las piernas, poco a poco las ultimas fuerzas se escapan de tus músculos. El corazón te late deprisa ansiando ese final, impaciente, cansado, deseoso...de que se acabe todo, de que termine todo en ese final alternativo donde nadie cuestione o pregunte que fue de mí, que se borre, así sin más.