Empezando los primeros acordes, sintiendo el crujir del viento en la caja de sonidos, sintiendo cada nota en mi corazón.
Navegar sin rumbo, timoneando el arco. Y perderme en su sonido unico y envolvente, que cuando toco ya nada mas hace falta, solo el y yo. Solo dejarme llevar por esa nota, queriendo darlo todo, moviendo los dedos de arriba a abajo con esa coordinacion perfecta, en cada partitura, en cada compas.
Acaricio sus cuerdas dejando que la resina empape mis dedos, y entonces cuando el ultimo compas acecha amenazante, las ultimas notas salen de el con esa entonación perfecta, y entonces dices, gracias...No existe consuelo más grande que el que me da mi violin en cada melodía, no existe abrazo mas fuerte ni acompañante mejor que alguien que te escuche, y que contigo , de la mano , vuele.