Cuando todos duermen yo, repito sensaciones, en la oscuridad cuando todo el mundo descansa, mato mis segundos escuchando la respiración de mi hermano mayor desde mi cama, cosa que me tranquiliza.
Cierro los ojos y ciertamente olvido todo, me preocupo en pensar que casi todo lo que quiero cuidar se encuentra bajo mi mismo techo, y protejo de cualquier ruido o miedo los sueños de cada uno.
Sin dormir, dejando mis fuerzas por ahí en cualquier rincón.
Entonces cojo este cuaderno y preparo un cafe (cosa que odio) Escribo estas palabras, sin producir ni un ruido siquiera, a la luz de la farola que desde hace 14 años alumbra mi ventana.
No tengo sueño y eso me asusta, hace meses que desperte de aquel ciego y todavía deambulo flotando sobre mi propio suelo.
No importa lo que piense o intente descifrar, mañana cuando el sol atenue el cielo azul no recordaré este momento y será tan solo otro día más, donde pelee con mi familia y se me olvide que todas las noches, me despierto por protejerla, no importará nada de lo que logre comprender porque mañana estare llorando otra vez por ese anhelo.
Entonces por la noche sentada frente a mi gata que me mira odiandome, yo, controlo sus actos, intentando adivinar sus pensamientos reflejados en sus ojos, que bonita.
Oigo un ruido, y mis latidos golpean fuertemente mi pecho y aun asi estoy enchida de valor para protegerlos. Pero no hay de que alarmarse, la llave está echada y solo son cánticos de la noche.
Por la noche...
