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sábado, 20 de noviembre de 2010

Que duro es esto, tener que aparentar, de nuevo, tener que esforzarte por algo que no te gusta.
Y mirar hacia atrás sin volver la cabeza, recordar esas tardes, que tu ni siquiera te acuerdas.
Me dejaste tirada en una esquina siempre esperando, sueña que sueña con que me querias.
Que yo me he convertido en el peor de tus errores, que soy solo otra más, y para mí...
Yo sueño con que alguna que otra tarde me recuerdes, que estoy muy cerca tuya, acuerdate de las promesas que te regalé.
No hacen falta cosas materiales para recordar decías. Cuanta razón.